Reproducir el eco de las cosas: Lectura del libro Verdad dice quien dice sombra, de Christian Dimitriades

14.11.2025

Lectura del libro Verdad dice quien sombra dice de Christiane Dimitriades

"y me arrastro lentamente por la oscuridad

y el sol brilla sobre mí

quiero sentir que lo merezco"

The Sun Shines Down on Me, Daniel Johnston

I- La interrupción de la nada

Pretendo hablar de este libro, sin embargo me detengo, me creo preso de las identificaciones, de haber visto algo tan mío en el Otro hasta borrar el Otro y quedarme con el mío. Octavio Armand dice que "un ensayista propone una lectura", aunque no sé si "leer" sea el verbo exacto para abrirme paso en este libro Verdad dice quien sombra dice de la poeta venezolana Christiane Dimitriades, quien además muestra una voz muy marcada por los conceptos de la estética. Aisthesis es el origen griego de esta palabra, usada por Baumgarten en el siglo XVIII para referirse a la teoría filosófica de la sensibilidad, ya que relaciona lo vital con la experiencia estética, muy influenciada por la idea de lo bello, no como concepto sino como experiencia.

Me pregunto acerca de las causas que originan la experiencia de lo bello, quizás sea un asunto menos de los componentes (objeto-sujeto) sino más bien de la forma en la que estos se asocian. Christiane bebe de estos conceptos, ya que estudió filosofía y ha dictado la asignatura de estética en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Algo particular en estos textos de Verdad dice quien sombra dice es la manera en que están presentados. Son poemas que no pretenden serlo o bien, notas que se hicieron poemas. En algunos casos son híbridos, puesto que juegan con citas de otros autores haciendo enlaces entre los textos. En este caso, las mismas encubren o asombran el poema. Hay en esta poesía una imposibilidad del decir, una marcha hacia la nada o, mejor dicho, una interrupción de la nada.

Esto no es algo nuevo en la autora, es más bien algo que persiste y la invita a "salir del espejismo que duplica el resplandor de nuestras experiencias sensoriales" . En libros anteriores como "Voz de fondo" tenemos algunos ejemplos de la persistencia de ciertos temas e imágenes: "Como si pudieras darme/un poco de sombra/ Como si pudieras recoger/ los fragmentos coherentes de mi existencia/ (...) Pero solo logras ponerme a escribir".

II - Sombra, dice

Carl Sandburg en su cuento Sand flat shadows (Sombras del llano de arena), perteneciente al libro Historias del país de Rutabaga, nos relata la historia de un ganso y una cabra que deciden reposar sobre una nube y, en las horas del alba observan todos los personajes de un circo hecho de sombras perderse al amanecer. Uno de ellos se pregunta: ¿Qué es esto, quiénes son y por qué vienen? Lo cual no difiere de las interrogantes, la conjura de la poeta al espacio en donde a su voz la presencia de la sombra se le hace inesperada, pues dice que la sombra se desprende de su cuerpo, acción que genera cierto extrañamiento.

Jorge Pérez Cebrián en su poema "Barandilla de metal oscura y fría" dice lo siguiente: "Pero incluso los ángeles -dijiste/ están anclados por la sombra al suelo" en este verso, podemos observar la manera en que la poesía es entendida como un volar que no logra desprenderse totalmente de la tierra, esto es lo real del lenguaje, por más que la poesía busque llevarlo a su límite nunca podrá hacerlo del todo. Dimitriades, al verse en esta misma imposibilidad, decide asombrarlo, repite el paisaje de las cosas con la idea de llegar por medio de esto a una relación más íntima con el mundo.

Me atrevo a decir, el oficio de la autora es comparable al de un fisiognomista, que es una persona encargada de estudiar la personalidad a partir del estudio de sus rasgos faciales. Tal como lo hizo Johan Kasper Lavater, fisiognomista que creó, haciendo uso de un pantógrafo, la máquina de dibujar siluetas.

Dicha máquina consistía en una fuente de luz colocada a una distancia prudente de la persona que se iba a analizar. Al proyectarse la sombra del rostro sobre una superficie plana, en algunos casos podría ser una pantalla de papel. Lavater creía que esta sombra revelaría la imagen más verídica de una persona. Pues la sombra constituiría para Lavater, "la huella de la naturaleza" más fidedigna que el retrato a mano alzada.

Dimitriades escribe:"Mi relación con la naturaleza, que a veces percibo como extraña y hostil, se me ha dado únicamente a través del artificio, de la copia vale decir, de una segunda realidad: toda reproducción es menos cruel y menos riesgosa". El pantógrafo usado por Lavater para reproducir las sombras también es utilizado por los dibujantes para copiar a diferente escala un objeto. En este caso relaciono este mecanismo de reproducción de imágenes con el de la reproducción de las palabras. Es lo que puedo entender cuando la poeta se refiere a que cada reproducción la acerca, a través del artificio, a una relación más auténtica con las cosas.

La repetición, la reproducción y la copia son temas que atraviesan todo el libro. En mi primera lectura imaginé un reloj de sol, lo que evocó en mí los vestigios de un poema, la experiencia que me hizo crearlo. La remembranza es la siguiente: estoy en una plaza y veo cómo la sombra del reloj se va transformando con el paso del tiempo hasta dejar de ser la sombra del objeto y adquirir características propias, se hace cuerpo. Esta acción libera a la sombra de las identificaciones, la hace imposible de reflejar, así perturba la lógica de las ficciones. Este podría ser el camino trazado por las sombras o la sombra reproducida por Dimitriades en su libro.

Christiane se vale de una frase del poeta Paul Celan "verdad dice quien sombra dice", la reproduce, la copia, crea con ella una relación "menos cruel, menos riesgosa". Se sabe seguidora de una voz que sólo emite el eco de las cosas. Los conflictos con el Yo poético se presentan en ese ejercicio de lo que puede o no reproducirse que, a su vez, se refiere a lo que puede o no relacionarse.

"En su duelo los judíos cubren los espejos de la casa, acertado hábito que oculta el dolor de nuestros semblantes", nos dice la autora. Esta idea de no mirarse y negarse a reproducirse a sí misma a través del lenguaje, se contrapone a la relación que ella mantiene con el espacio y la naturaleza a través del artificio poético, esto se observa en una de las frases que posiciona al Yo en su libro: "mi lengua no admite traductor".

Martha Kornblith en su poemario Oraciones para un dios ausente escribe:"En el día del entierro/uno anda como un ciego./En la casa,/nos esperan ansiosos/los espejos". Lo cual significa que no hay forma en que la muerte pueda verse a sí misma, la muerte que conoce el dolor y está ciega de luz, ciega de verdad. Al igual que Kornblith, Dimitriades en su libro pareciera ejercer una postura de conjuradora o mejor dicho con-jugadora. Ya que ella contrasta, se oscurece en la verdad y viceversa, así logra poder decir.

III -La noche en negativo

"negro es el sol/la belleza de un ser es el fondo de las cavernas/

un grito de la noche definitiva/

lo que ama en la luz/el escalofrío que la hiela/es el deseo de la noche"

La tumba, de George Bataille.

En un momento Dimitriades evoca a Bataille y a su profundo deseo de la noche. Noche que se anuncia como un grito definitivo, un mandato, una belleza antagónica que surge en lo profundo y desconcertante, que no puede diferenciarse del insondable fondo. La poeta dice lo siguiente: "Las llamas de la hoguera proyectan fantasmales figuras ante los prisioneros de la caverna".La ambigüedad de esta luz que nace en lo profundo de la oscuridad, de lo oculto en la caverna, adquiere cuerpo cuando al avanzar en el libro encontramos la siguiente afirmación "La luz nunca logra expulsar toda sombra de los cuerpos" en palabras de Bataille "nada existe que no mienta".

El exceso de luz también es oscuridad. Al inicio de Verdad dice quien sombra dice se habla de la luz del trópico, de cómo ésta nos enceguece y obliga a que miremos nuevamente los objetos en su más pura forma. No es coincidencia que paradójicamente el texto se ubique en una temporada de otoño, lo que difiere de la luz tropical. En el caso del poema el otoño ejercería la función de una caída.

En un poemario anterior titulado Voz de fondo la autora expresa lo siguiente: "Una hoja cae/ y rasga/ el anonimato de la tarde". En el caso de Verdad dice quien sombra dice, lo que cae sobre lo blanco son las palabras, ecos transformados en sombras como las que miran los habitantes de la caverna.

Las palabras dan forma a lo más interno de nosotros mismos, un lenguaje inexplicable en algunos casos, que a su vez se vierte sobre la blancura de la hoja. Lenguaje con el que la poeta se inclina ante el abismo porque ya no solo puede oír la sombra, sino también verla.

El Shintoísmo nos presenta una historia acerca de esta dualidad luz-oscuridad, que encarna el dilema de la verdad poética. El mito Amaterasu en la caverna cuenta la historia en la que esta diosa discutió con su hermano y como consecuencia Amaterasu huyó a una caverna. Es así como la divinidad sumergió al mundo en la oscuridad provocando que los espíritus malvados se desataran sobre la tierra.

En el mito su hermano convoca a los dioses para que intercedan por él. Los dioses trataron de convencer a Amaterasu para que saliera, pero ésta se negó. Entonces tuvieron que tenderle una trampa: decoraron con joyas y un espejo en el medio, la entrada de la caverna. Afuera colocaron unos gallos, para que su canto, le hiciera creer a la diosa que había amanecido, decidieron celebrar una fiesta, reían, de esta manera la oscuridad llamó a la luz. Amaterasu decidió salir de la cueva y quedó eclipsada por el reflejo de su rostro en el espejo. Un dios selló en ese instante la caverna y proclamó que el mundo volvía a estar bañado de claridad.

"Te acostumbras a la enfermedad como a la presencia de un pretendiente, debido a su constancia se convierte en el perfecto marido (…) ignora ese deseo tuyo de quedarte callada, inmóvil, escrutando las tinieblas", nos dice Dimitriades. Este ser, desmaterializado invoca un paisaje deshaciéndose por falta de sombra, que es en sí materia misma del padecimiento que no puede hacer cuerpo de su cuerpo. Como no es posible en una conversación, hacer código del código, la sombra no puede ser sombra de sí, estamos advertidos de ello cuando Dimitriades afirma que "algún demiurgo ha cubierto mi osamenta con la afligida piel del universo", si se pretende escrutar en lo oscuro como se escruta en la luz, se corre el riesgo de quedar ciego por intentar llegar al corazón mismo de las palabras.

La bestia que se escapa en el libro, el perfecto marido, se hace uno con la noche. En esa noche, usamos lámparas para salvarnos de ver lo que podemos, y no lo que creemos. La poeta permanece en vigilia con lápiz en mano, pues sabe que "volveremos a ser, brevemente antes que la luz nos consuma".

Referencias:

  • Armand, O. (2024). [Comunicación personal].
  • Ávila, F. M. Á., & Completo, V. mi P. (s/f). POEMAS DE GEORGE BATAILLE. Blogspot.com. Recuperado el 3 de enero de 2025, de https://faustomarcelo.blogspot.com/2018/02/poemas-de-george-bataille.html
  • Cartwright, M. (2012). Amaterasu. Enciclopedia de la Historia del Mundo. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11635/amaterasu/
  • Cebrian, J. P. (2021). La lumbre del barquero (O. Libros, Ed.). Olé libros.
  • Dimitriades, C. (2019). Voz de fondo (O. T. Editores, Ed.). Oscar Todtmann editores.
  • Dimitriades, C. (2023). Verdad dice quien sombra dice (E. T. B. Ediciones, Ed.). El Taller Blanco Ediciones.
  • Kornblith, M. (2016). Martha Kornblith Obra Completa (Editorial Eclepsidra, Ed.). Editorial Eclepsidra.
  • Máquina de dibujar siluetas. (s/f). https://www.ucm.es/maquinasdedibujo/file/18-maquina-de-siluetas-de-lavater?ver#:~:text=La%20m%C3%A1quina%20de%20siluetas%20consist%C3%ADa,una%20pantalla%20o%20un%20papel.
  • Sandburg, C. (1988). Historia del país de Rutabaga (Alfaguara, Ed.). Alfaguara.

Selección de poemas del libro:

***

El verde se impone desde las minúsculas raíces de cualquier

especie vegetal hasta la exuberante frondosidad de los

corpulentos árboles. Desconozco sus nombres, tal vez por

indiferencia, o porque rehúyo las escenas silvestres. Mi

relación con la naturaleza, que a veces percibo como extraña y

hostil, se me ha dado únicamente a través del artificio, de la

copia, vale decir, de una segunda realidad: toda reproducción

es menos cruel y menos riesgosa.

***

Te acostumbras a la enfermedad como a la presencia de un

pretendiente, debido a su constancia se convierte en el

perfecto marido. Por las mañanas sabe si tomarás café o

alguna fruta, si harás tu habitual caminata, visitarás al médico

o tendrás suficiente fuerza para comenzar a escribir; pero

ignora ese deseo tuyo de quedarte callada, inmóvil, escrutando

las tinieblas.

***

Ese animal que nos acompaña hasta el final de nuestra

existencia, que marcha al unísono de nuestras percepciones,

este cuerpo cuyos movimientos son siempre impredecibles,

como los del perro encadenado que, al salir de su encierro,

toma la delantera y nos obliga a ir tras él, a seguirlo por

sendas desconocidas.

Zorian Ramírez Espinoza (Caracas, 1996) licenciado en artes mención música por la Universidad Arturo Michelena. Miembro de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas. Publicó en 2022 su trabajo de grado Las escuelas de contrabajo en Venezuela, reconstrucción evolutiva 1970-2003 por El Sistema y la plaquette Memoria Derramada con ediciones Petalurgia. Participa en antologías internacionales, escribe poesía, diario y crítica literaria. Cocreador del taller "El objeto y la memoria". Es uno de los compiladores del dossier de poesía joven venezolana para la revista mexicana Círculo de Poesía titulado "Si el río abriese los ojos: Antología de la continuidad".

Christiane Dimitriades. Venezolana, de origen griego, nace en Egipto, ElCairo (1953). Llega a Venezuela a los tres años de edad. Licenciada en Filosofía y luego profesora de Estética en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela.

Autora de los poemarios Del eterno retorno (La Draga y el Dragón, Caracas, 1987) y de Encuentros del poeta con el psicoanalista (Fundarte, Caracas, 1991). En 1997 publica una novela: Sabath (Grijalbo, Caracas). En 2001 realiza la compilación de Mínima antología de estética (Caracas, Fondo Editorial de Humanidades y Educación, Universidad Central de Venezuela). Voz de fondo (Oscar Todtmann Editores, Caracas, 2019) reúne tres poemarios escritos entre 2003 y 2019, a saber: Todos los bordes, Hablo una lengua y Voz de fondo.El cuarto jugador Dcir ed., Caracas, 2020. Verdad dice quien sombra dice es su último libro de poesía publicado por El Taller Blanco Ediciones. Cali, Colombia, 2023. En proceso de publicación por la Editorial La diosa blanca, el poemario Lossueños.